Desde el principio, muchas personas nos han preguntado porqué elegimos el nombre de “Berea” y cuál es su significado; esta es la explicación.
Berea es una ciudad en la antigua Macedonia, actualmente llamada Veria en Grecia y su nombre significa “De muchas aguas”. Lo verdaderamente importante de Berea no es esto, sino lo que encontramos en el relato bíblico de Hechos 17:10-11: “Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.” En esta Escritura encontramos dos puntos importantes que caracterizaron a los “Bereanos”.
Eran gente de mente abierta; estaban dispuestos a escuchar cosas nuevas que no habían oído. Es importante estar atentos siempre a la enseñanza de parte del Señor. El aspecto negativo de esta actitud es que la gente de “mente abierta” frecuentemente se encuentra a sí misma recibiendo enseñanza incorrecta de cualquier fuente. “Examinadlo todo; retened lo bueno.” — 1ª Tesalonicenses 5:21
Lo más importante es que eran gente que no se dejaba convencer de cualquier nueva doctrina, sin importar quién la estuviere predicando; sino que tomaban como base las Escrituras para comprobar que lo que recibían era verdaderamente la Palabra del Señor. Como cristianos este es un punto esencial en el crecimiento.; el Señor Jesús constituyó la Iglesia “para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error” — Efesios 4:14
Como Iglesia, nuestra meta es tener estos dos aspectos importantísimos para el crecimiento espiritual. De ahí que la Columna Vertebral de nuestra Iglesia siempre debe ser el Ciclo de Consolidación. Es decir, establecer a cada miembro en la Palabra de Dios.